Hospitales y crematorios desbordados en China por la ola de covid que amenaza con millones de muertes
A primeros de diciembre, China acabó con su política del covid cero, 11 días después del inicio de las protestas en calle en más de 20 ciudades en contra de la misma. El final de los encierros forzosos y la falta de vacunaciones han motivado una explosión de casos y de muertes que han colapsado hospitales y crematorios. Eso es, precisamente, lo que se temía el Gobierno de Xi Jingpin, dada la escasez de camas hospitalarias per cápita y que las vacunas chinas no son muy efectivas, además de que los índices de vacunación de la población no es muy alta.
Esta explosión de casos ha causado que los hospitales se desborden y hacinen a enfermos, incluso en el suelo. Así se ve en unas imágenes que ha publicado una activista china, Jennifer Zeng Zeng Zheng, donde se puede ver un hospital del país colapsado, con personas hacinadas en las habitaciones y pacientes en los pasillos que esperan a ser atendidos. Según esta activista, la política que ha impuesto ahora el país es «que se infecte quien necesite infectarse, que muera quien necesite morir».
Summary of #CCP’s current #COVID policy: Let whoever needs to be infected infected, let whoever needs to die die. Early infections, early deaths, early peak, early resumption of production. #GPD goal for 2023: 8.0%
By the way, this is a hospital in #CCPChina if you care to know. pic.twitter.com/oAypeuoVtk— Jennifer Zeng 曾錚 (@jenniferzeng97) December 19, 2022
Por su parte, el epidemiólogo Eric Feigl-Ding señala en otro mensaje que muchos hospitales del país están «completamente colapsados». «Muertes probables en millones, en plural. Esto es sólo el comienzo», asevera.
⚠️THERMONUCLEAR BAD—Hospitals completely overwhelmed in China ever since restrictions dropped. Epidemiologist estimate >60% of 🇨🇳 & 10% of Earth’s population likely infected over next 90 days. Deaths likely in the millions—plural. This is just the start—🧵pic.twitter.com/VAEvF0ALg9
— Eric Feigl-Ding (@DrEricDing) December 19, 2022
Varios expertos han alertado de que se prevé un pico de contagios en el plazo de un mes, por lo que la estabilización de la situación podría llevar más tiempo. Desde el inicio de la pandemia, China ha registrado más de cuatro millones de casos y 16.200 muertos, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Pero nadie cree estos datos. Se cree que son muchos más.
En los últimos días, la prensa oficial ha comenzado a minimizar el riesgo de la variante ómicron a través de numerosos artículos y entrevistas a expertos, un giro de argumento que acompaña a la relajación de algunas de las medidas más estrictas de la política de ‘cero covid’, vigente desde hace casi tres años.
Crematorios desbordados
Por otra parte, trabajadores de los crematorios de Pekín han informado de que sus establecimientos están desbordados por la ola sin precedentes de casos de covid en China que, según las autoridades, pronto llegará a las zonas rurales del país. La epidemia se está propagando rápidamente por el país, una semana después de que se levantaran la mayoría de las restricciones sanitarias en vigor desde hace casi tres años. Las autoridades admiten que ahora les es «imposible» contabilizar el número de casos.
«Incineramos 20 cuerpos al día, principalmente ancianos. Muchas personas enfermaron recientemente», explicó a AFP un empleado de un crematorio. «De los 60 que trabajamos aquí, más de 10 son positivos al covid, pero no tenemos opción, ya que hay muchísimo trabajo», añadió. Los trabajadores de otras dos funerarias de Pekín, contactados por AFP, indicaron que sus establecimientos están operativos las 24 horas, ofreciendo servicios de cremación el mismo día para responder a la fuerte demanda. Otro establecimiento de ese tipo indicó que su lista de espera es de una semana. Sin embargo, las cifras oficiales no recogen ninguna muerte relacionada con covid desde el 4 de diciembre. La organización de lucha contra el covid instó el viernes a los gobiernos locales a aumentar la vigilancia y la atención médica para las personas que regresan a sus hogares en las zonas rurales, de cara a las fiestas del Año Nuevo chino, en enero. El evento provoca cada año el mayor desplazamiento de población del mundo. Se espera que este año sea aún mayor, ya que se levantaron las restricciones de viaje entre provincias.